| Iori Yagami |
Cabello rojo y pantalones de spandex rojo. Con una mirada se podría pensar
que se trata de un músico pop o algo por el estilo.
Pero este hombre da crédito a las palabras de que no se puede juzgar un
libro por su cubierta. Hay algo más en él que no se muestra a simple vista.
Incluso en sus ropas mojadas, los ojos del hombre deslumbran con fuerza.
Justo son sus ojos, brillando con una luz mágica, los que se encuentran
observando algo.
El hombre se detiene abruptamente ante una pantalla LCD gigante que muestra
un comercial.
“Y los participantes regulares para King of Fighters '97 son los
siguientes…”.
El hombre decide retirarse, pero el contenido de la emisión hace que nuevamente preste atención.
“El equipo japonés conformado por Kyo Kusanagi, Benimaru Nikaido y Goro Daimon está programado para entrar. Iori Yagami también está programado para participar como competidor individual".
El hombre se sorprende por lo que acaba de ver y escuchar. Comienza a reír al escuchar su nombre en aquel comercial.
“Je, je, Kagura. Así que todo esto es obra tuya. Kyo, ¿una vez más vas a entrar en este tonto torneo?”
Murmurando esas palabras, el hombre se retira.
El hombre decide retirarse, pero el contenido de la emisión hace que nuevamente preste atención.
“El equipo japonés conformado por Kyo Kusanagi, Benimaru Nikaido y Goro Daimon está programado para entrar. Iori Yagami también está programado para participar como competidor individual".
El hombre se sorprende por lo que acaba de ver y escuchar. Comienza a reír al escuchar su nombre en aquel comercial.
“Je, je, Kagura. Así que todo esto es obra tuya. Kyo, ¿una vez más vas a entrar en este tonto torneo?”
Murmurando esas palabras, el hombre se retira.
Fuertes sentimientos de odio se apoderan del alma del hombre. Un odio que
casi toma posesión de su cuerpo.
Odio. Odio. Odio. Odio…
Odio. Odio. Odio…
“Goo-aaah…”
Odio. Odio. Odio. Odio…
Odio. Odio. Odio…
“Goo-aaah…”
El hombre comienza a gemir.
“Hoo, hoo”
Desde algún lugar, el sonido de aquella risa suena en sus oídos.
“¿Quién es?”
“Iori, parece que todavía no puedes derrotar a Kyo… Hoo, hoo, hoo”.
Fuera de la oscuridad aparecen un par de ojos brillantes.
“Hum, así que eres tú…”.
De repente, la presencia aparece a los pies del hombre y comienza a tomar forma. Hay dos mujeres, son caras desconocidas. Curiosamente, las dos mujeres se arrastran desnudas por el suelo y sus movimientos deslizantes se asimilan a los de las serpientes.
“Hoo, hoo, has sobrevivido al tiempo”.
“Hoo, hoo, si eso es todo lo que eres capaz de hacer, Kyo con toda seguridad te derrotará…”.
“¡Silencio! Bwaagh!”
El hombre da rienda suelta a su movimiento "Exorcism". Las llamas azules del ataque pasan a través de ellas sin efecto alguno.
“Whoo, hooo, hoo, Iori, nos encontraremos de nuevo. Tú sabes dónde, t sabes cuándo…”.
La mujer desaparece en la oscuridad junto con sus risas.
“!Whoo, hoo, hoo! ¡Kyo, gracias a ti ahora estoy viendo monstruos!".
El hombre deja escapar un grito: ¡Kyo-ohhhhhhhhh!
¡Creeeeeeeeak!
El hombre se levanta de su cama.
Mira a su alrededor. No hay nada en la habitación. Sí, no hay nada más que su cama en esa habitación. Es la habitación vacía de costumbre, que no contiene nada.
“Un sueño… ¡Wah, gaaack!”.
El hombre tose. Mira la mano que llevó a su boca y se da cuenta que su palma está salpicada en sangre. No se toma la molestia de limpiar su mano y simplemente se recuesta sobre la cama. Luego mira hacia el techo sucio encima de él.
“Hum, Kyo, tú y nuestro destino. ¿Quién será el primero en caer?”.
Una pálida sonrisa se apodera de los labios del hombre.
“¡Woo-ja, ja, ja! Kyo! ¡Tu voz! ¡Tu cara! ¡Más que cualquier cosa, más que nadie en el mundo! ¡Odio todo de ti, Kyo! ¡Mi único deseo… mi único deseo es derrotarte! ¡Ja, ja, ja!
El hombre ríe.
La risa patética llena la habitación y parece no terminar.
“¿Quién es?”
“Iori, parece que todavía no puedes derrotar a Kyo… Hoo, hoo, hoo”.
Fuera de la oscuridad aparecen un par de ojos brillantes.
“Hum, así que eres tú…”.
De repente, la presencia aparece a los pies del hombre y comienza a tomar forma. Hay dos mujeres, son caras desconocidas. Curiosamente, las dos mujeres se arrastran desnudas por el suelo y sus movimientos deslizantes se asimilan a los de las serpientes.
“Hoo, hoo, has sobrevivido al tiempo”.
“Hoo, hoo, si eso es todo lo que eres capaz de hacer, Kyo con toda seguridad te derrotará…”.
“¡Silencio! Bwaagh!”
El hombre da rienda suelta a su movimiento "Exorcism". Las llamas azules del ataque pasan a través de ellas sin efecto alguno.
“Whoo, hooo, hoo, Iori, nos encontraremos de nuevo. Tú sabes dónde, t sabes cuándo…”.
La mujer desaparece en la oscuridad junto con sus risas.
“!Whoo, hoo, hoo! ¡Kyo, gracias a ti ahora estoy viendo monstruos!".
El hombre deja escapar un grito: ¡Kyo-ohhhhhhhhh!
¡Creeeeeeeeak!
El hombre se levanta de su cama.
Mira a su alrededor. No hay nada en la habitación. Sí, no hay nada más que su cama en esa habitación. Es la habitación vacía de costumbre, que no contiene nada.
“Un sueño… ¡Wah, gaaack!”.
El hombre tose. Mira la mano que llevó a su boca y se da cuenta que su palma está salpicada en sangre. No se toma la molestia de limpiar su mano y simplemente se recuesta sobre la cama. Luego mira hacia el techo sucio encima de él.
“Hum, Kyo, tú y nuestro destino. ¿Quién será el primero en caer?”.
Una pálida sonrisa se apodera de los labios del hombre.
“¡Woo-ja, ja, ja! Kyo! ¡Tu voz! ¡Tu cara! ¡Más que cualquier cosa, más que nadie en el mundo! ¡Odio todo de ti, Kyo! ¡Mi único deseo… mi único deseo es derrotarte! ¡Ja, ja, ja!
El hombre ríe.
La risa patética llena la habitación y parece no terminar.
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